Vídeo: Evite los accidentes
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Transcripción del video
Transcripción de Evite los accidentes
Rob: Eso fue genial. ¿Quieren dar una vuelta alrededor del lago?
Haley: Claro.
Kary-Ann: Bien.
La persona detrás de la cámara asiente con la cabeza y se traslada para encender el motor del barco.
Kary-Ann: Uy, alto ahí, vaquero... Sí, todos queremos regresar. Pero apresurarse sin que todos estemos listos podría hacer que no regresáramos todos. Bueno, esta es la cuestión.
Haley: Una de las causas más frecuentes de accidentes fatales de navegación es la caída de las víctimas por la borda. Por eso no zarpamos hasta que todos a bordo, especialmente el operador, tengan puesto el chaleco salvavidas y estén sentados de forma segura. Y nos alejamos de la borda, la proa, la cubierta y los respaldos.
Kary-Ann: Bien, intentémoslo de nuevo. ¿Todos sentados? Bien. Ahora vayamos a una velocidad segura. Ir a una velocidad segura depende de muchas cosas.
Factores de velocidad
Kary-Ann: ¿Cuánto tráfico acuático hay? ¿Qué obstáculos puede haber? ¿Qué tanto viento hay? ¿Qué tan revuelta está el agua? ¿Cuál es la visibilidad? ¿Cómo se maneja tu embarcación? La velocidad segura es la que te garantiza tener tiempo de sobra para evitar un choque o para poder detenerte a distancia segura frente a algo.
La persona detrás de la cámara suelta la rueda del timón del barco y va a buscar algo para tomar a una heladera portátil.
Haley: Manos en el volante. Esa es una de las causas frecuentes de accidentes de navegación. Si no estás prestando atención total y eres el que maneja el bote, no deberías moverte en absoluto. Es totalmente natural querer relajarse mientras uno navega por el agua. Pero son esas faltas de atención que llevan a las colisiones. Y las reglas existen por una razón: que todos sepan de qué son responsables. Por eso, asegúrate de prestar atención total y de designar a otra persona a bordo como encargado secundario.
Conoce y sigue las reglas de navegación, ten especial cuidado al girar, al avanzar con sol de frente o al navegar de noche. Vigila y anticípate a las acciones de los demás en el agua: nadadores, buceadores, pescadores, las embarcaciones personales, otros botes, lo que sea.
Rob se da vuelta y mira con preocupación a la persona detrás de la cámara, que parece estar afectada por el calor y con la visión alterada.
Rob: Pareces frito. Eso no es bueno. Muy bien, déjame conducir. El sol, el calor, la deshidratación, el viento, las olas y el movimiento en el agua contribuyen a la fatiga. Y como nos estamos divirtiendo, no solemos darnos cuenta o lo desestimamos. Pues, necesitamos mantenernos hidratados bebiendo mucha agua y cambiar operadores cuando nos cansamos. Así nos damos un momento para relajarnos, salir del sol y tomar líquido.
La persona detrás de la cámara le ofrece a Rob una cerveza.
Haley: Es tentador, pero será más adelante, cuando hayamos terminado de navegar y regresemos a tierra firme.
Drogas y alcohol
Haley: Mezclar un día de diversión en el agua con drogas o alcohol puede aumentar las posibilidades de sufrir un accidente incluso fatal, de conducta irresponsable y poco juicio, de ser amonestado, multado o llevado a prisión. Por eso, si eres mayor de edad, es mejor esperar a terminar de navegar y llegar a tierra firme.
Kary-Ann: Todo se reduce al sentido común. Las condiciones climáticas, del agua, y los demás navegantes pueden ser impredecibles. Por eso una parte importante de evitar accidentes es hacer todo lo que esté a tu alcance para mantenerte alerta y consciente.
Rob: Eso es. Bueno, regresemos a casa.
Kary-Ann: Muy bien.