Especies acuáticas nocivas
Introducir una especie extraña en aguas estatales o federales puede alterar el equilibrio del ecosistema y dañar el medio ambiente. Por lo general, las especies acuáticas nocivas, como los mejillones cebra y quagga, la milenrama y la hidrilla, se propagan en las vías navegables cuando suben "como polizones" en embarcaciones y tráileres. Al ser trasplantados a aguas nuevas, estos organismos proliferan y, como consecuencia, desplazan a las especies autóctonas y dañan los recursos acuáticos.