Cómo prevenir los golpes de la hélice
La mayoría de los accidentes con la hélice se pueden prevenir si los operadores siguen unas pocas y simples prácticas de seguridad.
- Apague el motor cuando los pasajeros estén subiendo a la embarcación o desembarcando. Las hélices no deben girar cuando un pasajero se encuentra en situación de vulnerabilidad.
- Evite que los pasajeros caigan al agua accidentalmente.
- Nunca encienda un barco si el motor está en marcha.
- Nunca navegue sentado en el respaldo de un asiento ni en la borda, el espejo de popa o la proa.
- Asegúrese de que todos los pasajeros estén sentados correctamente antes de zarpar. Algunos operadores provocan lesiones al poner el motor en marcha mientras hay personas del barco que todavía están nadando o buceando.
- Designe a un adulto responsable para que vigile a los niños que estén en el barco y haga sonar la alarma si un niño cae al agua.
- Mantenga una vigilancia adecuada de las personas que están en el agua. La causa principal de los accidentes por golpe de hélice es la falta de atención o cuidado del operador.
- Disminuya la velocidad al aproximarse a áreas y fondeaderos congestionados. En áreas congestionadas, siempre esté alerta a que no haya nadadores ni buzos.
- Aprenda a reconocer las boyas de advertencia que marcan las áreas de natación y otras zonas peligrosas.
- Mantenga el barco alejado de las áreas demarcadas de natación y buceo. Familiarícese con la bandera roja y una franja blanca en diagonal, y con la bandera azul y blanca “Alfa”: ambas indican que hay buzos bajo el agua.